La crisis del alquiler mantendrá el 'boom' de la compraventa de vivienda hasta 2027
Las expectativas de un tipo de interés más bajo que abarate las hipotecas y el apoyo financiero de los padres estimularán que los jóvenes pasen a la compraventa.
Al boom en el mercado de la vivienda aún le queda recorrido. El empuje de la compraventa inmobiliaria que empezó en el segundo trimestre de 2024 se alargará, como mínimo, hasta el último trimestre de 2027, según las conclusiones del Informe del Mercado Inmobiliario, Actualidad y Perspectivas 2025 . Según este análisis, la principal razón por la que auguran que el puje por la vivienda continuará se encuentra en que en 2026 habrá un "traslado masivo de los jóvenes desde el mercado del alquiler al de compra", gracias al trasvase de capital de padres a hijos que, apuntan, será el "más grande de la historia de España". De esta forma, el escaso ahorro conseguido por los menores de 40 años será compensado con las aportaciones económicas de sus padres.
Estiman que en 2026, además, el precio de la vivienda seguirá creciendo hasta un 8%, pero no impedirá que las ventas también aumenten en torno a un 7,5%. Trasladado a cifras, los autores calculan que las transacciones alcanzarán las 850.000 unidades, de forma que se venderán 60.000 viviendas más que en 2025. Esta será la tercera mayor cota de venta de la historia, solo superada por el de 2005 (901.574) y 2006 (955.186). Por otro lado, la venta de inmuebles de segunda mano volverá a marcar un récord por segundo año consecutivo, al alcanzar las 765.000 unidades.
No obstante, y pese a que estos años son, cuanto menos, señalados en la historia reciente, esta vez se descarta que haya una burbuja inmobiliaria. El estudio detecta "una coyuntura diferente a la de 2007", empezando porque "la banca es hoy mucho más prudente", "el crédito hipotecario previsto para 2025 alcanzará los 85.000 millones de euros, un 50% menos que en 2006 en términos nominales", y "los depósitos de familias y empresas superan a los créditos concedidos, reflejando un sistema financiero equilibrado". En el análisis se tienen en cuenta aspectos más macroeconómicos de cara al próximo año, como un superávit nacional cercano al 4% del PIB y la expectativa de que el BCE vuelva a bajar los tipos de interés. Con ello, se dan los ingredientes para "un escenario de estabilidad que descarta una caída abrupta de precios y ventas.